REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SU NOMBRE

Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Nueva Esparta
La Asunción, 7 de Octubre de 2014.-
204º y 155º
Expediente N° 24.697.
I.- IDENTIFICACION DE LAS PARTES.-

I.1 PARTE DEMANDANTE: Ciudadano ARNULFO IVAN CESPEDES VELASQUEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº 16.827.016, domiciliado en el sector cementerio viejo de Los Robles, calle Nº 3, lote Nº 33-B, Municipio Maneiro del Estado Bolivariano de Nueva Esparta, quien actúa en nombre y representación de la ciudadana DEYANIRA MOLINA VASQUEZ, colombiana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº 81.813.620.
I.2 ABOGADO ASISTENTE DE LA PARTE DEMANDANTE: JOSE LUIS PINTO COVA, inscrito en el Inpreabogado el Nº 70.819.
I.3 PARTE DEMANDADA: Ciudadana IRIS YANETH RUIZ TOLOZA, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº 7.827.968.

II.- MOTIVO DEL JUICIO: ACCION REIVINDICATORIA.

III.- BREVE RESEÑA DE LAS ACTAS Y FUNDAMENTOS DE LA DECISIÓN.-
Se inicia el presente juicio por demanda de ACCION REIVENDICATORIA, interpuesta en fecha 21-11-2012, por el ciudadano ARNULFO IVAN CESPEDES VELASQUEZ, actuando en nombre y representación de la ciudadana DEYANIRA MOLINA VASQUEZ, debidamente asistido por el abogado JOSE LUIS PINTO COVA, todos identificados en autos, con el carácter de la parte actora en el presente proceso, contra la ciudadana IRIS YANETH RUIZ TOLOZA, con el objeto de reivindicar un bien inmueble que es de su propiedad.
En fecha 26-11-2012 (f. 5), comparece la parte interesada y consigna los documentos en que fundamenta su pretensión, a los fines de proveer sobre su admisión.
En fecha 30-11-2012 (f. 27 y 28), se dicta auto de admisión y se ordena el emplazamiento de la parte demandada en el presente proceso.
En fecha 4-12-2012 (f. 29), comparece la parte actora y procede a reformar la demanda instaurada, respecto al nombre de la demandada y es admitida en fecha 7-12-2012 (f. 33 y 34).
En fecha 10-01-2013 (f. 35), comparece la parte actora y consigna las copias necesarias para la elaboración de la compulsa de citación ordenada en el auto de admisión y deja constancia de haber proveído los medios necesarios al Alguacil de este Juzgado para la práctica de la misma.
En fecha 4-02-2013 (f. 38), comparece el Alguacil de este Juzgado y procedió a consignar la compulsa de citación librada en el presente juicio, por cuanto no fue posible ubicar a la demandada.
En fecha 14-02-2013 (f. 46), comparece la parte actora y solicita la citación por medio de carteles, siendo que fue acordado y librado en fecha 19-02-2013 (f. 47 y 48).
En fecha 11-03-2013 (f. 57), comparece la parte actora en el presente juicio, y consigna cartel de citación librado a la parte demandada, debidamente publicado en los diarios La Hora y Sol de Margarita, a los fines de que surtan los efectos legales correspondientes.
En fecha 9-04-2013 (f. 56), comparece la parte actora en el presente proceso y solicita la designación del defensor judicial a la parte demandada, por cuanto ya se encuentra vencido el lapso de comparecencia a que se refiere el cartel de citación debidamente librado.
En fecha 2-05-2013 (f. 57 al 62), el Tribunal declara la nulidad del auto de admisión de fecha 30-11-2012 y ordena proveer por auto separado al respecto; en esta misma fecha se ordenó a la parte actora proceder en atención con lo establecido en los artículos 5 al 11 de la Ley Contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas.
Ahora bien, en este estado del proceso se evidencia de las actas que desde el día 9-04-2013 (f. 56), fecha en que el ciudadano ARNULFO IVAN CESPEDES VELASQUEZ, debidamente identificado en autos, con el carácter de parte actora en el presente proceso, solicita la designación del Defensor judicial a la parte demandada, hasta el día de hoy 6-10-2014, no se produjo actividad alguna por parte de los interesados, en el expediente dirigida a impulsar el proceso, habiendo transcurrido en exceso, entre ambas fechas más de un (1) año.
Al respecto, el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, dispone lo siguiente:

“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. La inactividad del Juez después de vista la causa, no producirá la perención…”
El procesalista RICARDO HENRIQUEZ LA ROCHE, en su obra “Código de Procedimiento Civil”, Tomo II, Pág. 329, comenta lo siguiente:
“…La perención constituye un expediente práctico sancionatorio de la conducta omisiva de las partes que propende a garantizar el desenvolvimiento del proceso hasta su meta natural que es la sentencia, entendida como el acto procesal que dirime el conflicto de intereses (uti singulis) y cumple adicionalmente la función pública de asegurar la necesaria continuidad del derecho objetivo (uti civis), declarando su contenido y haciéndolo cumplir.
El interés procesal está llamado a operar como estímulo permanente del proceso. Si bien la demanda es ocasión propicia para activar la función jurisdiccional, no se puede tolerar la libertad desmedida de prolongar al antojo o reducir la dinámica del juicio a un punto muerto. La función pública del proceso (cfr comentarios al Art. 14) exige que éste, una vez iniciado, se desenvuelva rápidamente hasta su meta natural, que es la sentencia.
Por ello, el Juez pueda denunciar de oficio y a su arbitrio la perención de la instancia…”
En este sentido, el Tribunal Supremo de Justicia en fallo del 13-06-2001 de la Sala de Casación Civil, estableció lo siguiente:
“…Sin embargo, esta Sala observa que, la perención de la instancia opera por inactividad procesal de las partes, es decir, la no realización de actos de procedimiento destinados a mantener en curso el proceso, en un período de al menos un año, de acuerdo a lo establecido en el artículo 86 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia o cuando transcurre el lapso previsto en los supuestos de hecho del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil…”
Al respecto, la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de fecha 25 de Febrero de 2.004, asentó:
“…La regla legal transcrita impone una sanción de perención de la instancia por falta de actividad de las partes durante el transcurso de un año, lo cual implica el abandono y desinterés de los litigantes en el desenvolvimiento del proceso, que debe conducir a la sentencia que resuelva la controversia planteada.
En el caso de las perenciones breves, no se puede considerar que exista tal abandono del proceso, sino falta de cumplimiento de los deberes legales que la Ley impone para lograr la citación.
En uno u otro supuesto, por ser la norma analizada de carácter sancionatorio, no es susceptible de interpretación extensiva o analógica (…) Para declarar la perención no solo es necesario verificar el simple transcurso del tiempo, sino también es relevante analizar en cabeza de quien estaba el impulso del proceso, si de las partes o del Tribunal…”

Así mismo, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 909 de fecha 17-05-2004, asentó:
“... De lo anteriormente expuesto, se colige que la perención ha de transcurrir, mientras las partes estén legalmente facultadas para impulsar el curso del juicio, para realizar actos de procedimiento, aun en aquellos casos que el proceso se encuentre paralizado en espera de una actuación que corresponde únicamente al juez, salvo en los casos en que el tribunal haya dicho “visto” y el juicio entre en etapa de sentencia…”
De los fallos precedentemente transcritos, este Tribunal infiere que la inactividad procesal de las partes conlleva a la falta de impulso o estímulo del proceso que acarrea su penalización y lo extingue.-
Sobre ese particular es oportuno indicar que la perención es un instituto procesal, que ha sido previsto como sanción para la parte que ha abandonado el juicio, en perjuicio de la administración de justicia, a la cual ha puesto en movimiento sin interés definitivo alguno. Esta sanción no puede ser utilizada como un mecanismo para terminar los juicios, colocando la supremacía de la forma procesal sobre la realización de la justicia, por cuanto ello atenta contra el mandato contenido en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Nuestro máximo Tribunal, se ha pronunciado acerca de la perención en los términos siguientes: La perención consiste en la extinción del proceso por el transcurso del tiempo previsto en la Ley, sin que se hubiese verificado acto de procedimiento capaz de impulsar el curso del Juicio (Artículo 267 ejusdem)
Esta institución procesal encuentra su justificación en el interés del Estado de impedir que los juicios se prolonguen indefinidamente, y de garantizar que se cumpla la finalidad de la función jurisdiccional, la cual radica en administra justicia; y por otra parte, en la necesidad de sancionar la conducta negligente de la parte, por el abandono de la instancia y su desinterés en la continuación del proceso…” (Jurisprudencia del tribunal Supremo de Justicia, Oscar Pierre Tapia, Tomo 2, Febrero de 2003, página 413).
Como se observa el legislador impone una dura sanción, cuando las partes han actuado de manera negligente durante el proceso, ya que los obliga a actuar bajo la amenaza de la perención, evitando así en gran medida, las paralizaciones de las causas por largos periodos.
En este sentido, la perención de la instancia es el efecto procesal extintivo del procedimiento, causado por la inactividad de las partes durante el plazo determinado en los ordinales del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil. Por ello, la función de la perención, no se agota en la cuestión adjetiva, sino que tiene fundamento en la misma necesidad social de evitar la litigiosidad, en cuanto no medie interés impulsivo en las partes contendientes, pues, para el Estado, es más importante el mantenimiento de la paz, que la protección de aquellas pretensiones huérfanas de tutor en la carrera procesal.
Consecuente con este fin, la perención esta concebida por el legislador como una norma de orden público, verificable de derecho y no renunciable por convenio de las partes, pudiéndose declarar aún de oficio por el Tribunal, todo lo cual resalta su carácter imperativo.
Por ello, el verdadero espíritu y propósito de la perención, es sancionar la inactividad de las partes con la extinción de la instancia, siendo preciso determinar el impulso del proceso el cual dependerá de ellas (partes), pues si es el caso que la causa se encuentra paralizada, porque el juez no ha cumplido su deber de sentenciar dentro de los lapsos legales, no se puede castigar a las partes por la negligencia del juzgador.
Ahora bien, en el caso de marras, se evidencia que la parte demandante dejó transcurrir mas de un año sin darle impulso a la causa, dado que en fecha 9-04-2013, la parte actora, que fue su última actuación judicial, hasta la presente fecha 6-10-2014, han transcurrido más del año previsto en la norma adjetiva, sin que haya impulsado el trámite del proceso.
Todo lo antes expuesto, determina palmariamente que en el presente caso, transcurrió el lapso legal necesario para que se verificara la perención anual de la instancia, al encontrarse la causa en estado de evacuación de pruebas esto es, no se encontraba en fase de sentencia, por lo que ciertamente se cumplen los requisitos de procedencia de la perención anual.
Lo que deja claro, que la causa no se encontraba en estado de sentencia después de “vistos” por informes de las partes, pues como se señaló up supra, la pérdida del interés procesal no puede manifestarse en la fase de decisión, ya que la renuncia del sentenciador en dictar su fallo no puede ser atribuida a las partes como abandono y por tanto, su inactividad en modo alguno podrá perjudicarlas.
Ahora bien, de la revisión de las actuaciones parcialmente narradas, contenidas en el presente expediente, se observó que la presente causa, quedó paralizada en etapa de citación de la parte demandada en el proceso, sin que las partes realizaran alguna actuación tendiente a la prosecución del proceso, evidenciándose que entre el “9-04-2013” y el “6-10-2014”, han transcurrido un (1) año, seis (6) meses y seis (6) días sin que la parte actora mostrara algún tipo de interés en la continuación del procedimiento.
Aplicando todo lo expuesto al caso que nos ocupa, se observa que efectivamente desde el día 9-04-2014, hasta la presente fecha, ha transcurrido más del año previsto en la norma adjetiva, para que opere la perención de la instancia como sanción a la conducta omisiva de la parte actora, sin que tal inacción recaiga en cabeza del Tribunal, ya que aún correspondía a las partes probar sus pretensiones y defensas en el lapso probatorio, así como impulsar la evacuación de dichos medios probatorios. En consecuencia, no habiéndose ejecutado ningún acto de procedimiento y no encontrándose la causa en estado de sentencia, se concluye que en el presente caso se ha consumado la perención de la instancia, con fundamento en el encabezado del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil. ASI SE DECLARA.-

IV.- DISPOSITIVA.-
En mérito de las consideraciones expuestas, este Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Nueva Esparta, actuando en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, decreta la Perención de la Instancia, en el juicio que por ACCION REIVINDICATORIA, interpusiera el ciudadano ARNULFO IVAN CESPEDES VELASQUEZ, actuando en nombre y representación de la ciudadana DEYANIRA MOLINA VASQUEZ, contra la ciudadana IRIS YANETH RUIZ TOLOZA, contenido en el expediente Nº 24.691, de la nomenclatura particular de este Tribunal, de conformidad con lo establecido en el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil.
La condenatoria de perención no determina condena en costas por mandato del artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.
PUBLÍQUESE, REGÍSTRESE Y DÉJESE COPIA.
Dada, sellada y firmada en la sala de despacho del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Bolivariano de Nueva Esparta. La Asunción, a los siete (7) días del mes de Octubre del año Dos Mil Catorce (2014). Años: 204° de la Independencia y 155° de la Federación.